38 láminas +

Suena el teléfono, ajeno a las circunstancias que me rodean. Es el amigo Rafa Amaya:

—Hola, ¿te pillo bien?

—Sí, ¡qué sorpresa!, dime.

—Mira, que tengo unos poemillas y quiero publicarlos.

—El gusanillo, ¿no? Ten cuidado que la poesía es adictiva.

—Ya lo sé.

—Como siempre, mándamelos.

Más o menos así fue la conversación, no hacía falta más. Rafa me envió el archivo con los poemas y nos pusimos manos a la obra. Eran 38 poemas, 38 láminas como le gusta a él llamarlos. Ya en el título de su primer poemario utilizaba la palabra, en esa ocasión “Láminas de interior”; ahora es “38 láminas +”.

38 poemas cortos, de una página o menos la mayoría, son pocos poemas para dar cuerpo al libro huyendo de la temible grapa como sistema de encuadernación que pasaría el poemario de la categoría de libro a la de folleto. Contaba con un excelente prólogo a cargo de José González Palma y una mínima presentación del propio Rafa pero, aun así, se quedaba corto, muy corto. Cabe destacar que cada poema lleva destacadas en negrita una o varias palabras a modo de título.

Decidimos de entrada que el tamaño del libro fuese, como el anterior, A5 con sus generosos márgenes de página. Poco ayudaba para nuestro empeño de hacer un libro, lo mismo que el papel utilizado, ahuesado de 90 gramos. Y caímos en la cuenta de imprimir los poemas en las páginas impares, excepto en las contadas ocasiones en que ocupaban dos páginas. El recurso aumentaba satisfactoriamente el grosor del libro, pero dejaba el problema de demasiadas páginas en blanco, así que propusimos a Rafa ilustrar sutilmente los poemas y aceptó. Intentamos que las ilustraciones tuviesen que ver con el contenido de cada poema.

Rafa quería que el diseño del libro recordara a su antecesor, por lo que repetimos el tipo Georgia de 12 puntos con interlineado de 18 pt. También utilizamos los recursos gráficos de “Láminas de interior”, en concreto las reconocibles gafas y el motivo de azulejería andalusí, para diseñar las portadillas interiores.

Dado que la primera relación de un libro con sus lectores o lectoras son las portadas, también explotamos en ellas los mismos recursos gráficos, dando continuidad a un libro con otro. Las portadas son de cartulina de 300 gramos con laminado mate.

El resultado final es un libro con entidad, de 94 páginas y 6 milímetros de lomo. Un poemario ilustrado.

Una vez más, gracias Rafa por tu confianza y por el poemario.