
38 láminas +
Suena el teléfono, ajeno a las circunstancias que me rodean. Es el amigo Rafa Amaya: —Hola, ¿te pillo bien? —Sí, ¡qué sorpresa!, dime. —Mira, que tengo unos poemillas y quiero publicarlos. —El gusanillo, ¿no? Ten cuidado que la poesía es adictiva. —Ya lo sé. —Como siempre, mándamelos. Más o menos así fue la conversación, no […]