Don Eduardo Palomares

“Don fulano de tal, maestro de escuela” es una fórmula de presentación en la que encajan millones de españoles, muchos de ellos con nombres en los callejeros y otros afianzados en la memoria de su alumnado y del pueblo donde ejercen o ejercieron. “Don Eduardo Palomares, maestro de escuela” es la propuesta para maquetar un libro que me hizo Pipo cuando me refirió, hace años, el proyecto en el que se había embarcado.

En una ardua labor de campo anónima y minuciosa, Pipo ha rastreado y localizado las huellas humanas y materiales de don Eduardo Palomares Rubio en La Herradura, setenta años después de que el maestro abandonara el pueblo. Esta labor lo ha llevado a entrevistar a vecinos y vecinas que orillan el siglo de vida para recuperar de sus memorias las clases, las enseñanzas, el deporte, la música, los primeros auxilios y todo cuanto tocó durante los seis cursos, seis, que ejerció de maestro.

La tarea también ha abarcado el contacto con las hijas e hijos del maestro que también han aportado su memoria en forma de escritos e imágenes que recogen fotografías familiares, apuntes de clase, libros utilizados la escuela, libros con los que se formó, partituras, manualidades, recortes de prensa y un largo etcétera que amenizan y dan una pátina de humanidad al libro.

Con todo el material recopilado y perfectamente estructurado por el equipo coordinado por Pipo, nos ponemos manos a la obra con unas coordenadas de partida establecidas: tamaño A5, impresión en cuatricomía, papel de calidad (estucado mate de 100 gr.) para realzar las fotografías y encuadernación rústica cosida. Para los textos y las imágenes, perfectamente hilvanadas en el original recibido, había que diseñar portadillas para los diferentes bloques y tener en cuenta las ubicaciones propuestas para insertar las imágenes.

Básicamente, hemos utilizado dos fuentes: la Garamond Pro de 13 puntos, interlineado de 16 y sangría de primera línea de 6 mm.; y la Traveling Typewriter de 12 pt, interlineado de 16,3 y sangría de primera línea de 6 mm. Este segundo tipo de letra se ha utilizado exclusivamente para la transcripción del Anexo dedicado a los Apuntes de historia de La Herradura, escritos originalmente a máquina por don Eduardo.

Para las portadillas de los diferentes bloques de contenido, así como para los epígrafes dentro de los mismos, hemos elegido la fuente Garamond en tamaño 18, negrita y modo versalitas en color azul intenso, mientras que para los diferentes apartados dentro de un mismo bloque se ha optado por el modo normal en 15 puntos y negrita de color azul.

El libro va anotado a pie de página, para lo que se ha empleado la Garamond de 10 pt. con interlineado de 12 y sangría de párrafo de 6 mm., al igual que los textos de los pies de foto, con la salvedad de que en este caso no lleva sangría de párrafo.

Para las portadas, se ha utilizado cartulina gráfica brillo de 350 gr. laminada en mate con solapas de 9 cm. La portada lleva una foto actual del edificio que albergó la escuela, el título en tipografía Garamond y el logotipo del Club de Lectura de La Herradura como entidad editora del libro. La contraportada consta de una fotografía de la época en una difícilmente reconocible playa de La Herradura, un texto firmado por las dos hijas de don Eduardo y los logotipos del Ayuntamiento de Almuñécar y de la Tenencia de Alcaldía de La Herradura. Finalmente, el lomo contiene el título del libro y el logo de Taller del Sur.

Gracias a Pipo y a los hermanos Aurora, Mª Victoria, Eduardo, José Carlos y Adolfo Palomares Moral.

El libro, a poco de salir de imprenta, comienza su andadura presentándose en sociedad en los diarios Motril Digital, El faro de Motril y Diario sexitano.