Lola ha ido escribiendo una serie de relatos a lo largo de varios años y me comenta (a mí, un perfecto desconocido del que sólo conoce el trabajo hecho para sus amigas y las habladurías que Marisi le haya trasladado) algo así:
—…Tengo una serie de escritos que no sé si son hojas sueltas o si forman parte de un todo que no llego a ver… …No sé si vale para publicar algo… —dice por teléfono en un tono cartesiano de duda metódica salpicado de cierta angustia unamuniana.
—Mándamelo, lo leo y hablamos”. —Respondo decidido sin saber muy bien con quién hablo ni de qué hablamos.
Mientras recopila los escritos y los agrupa, haciendo la enésima corrección, para enviarlos, leo Grecia. Mi voz antigua, un libro suyo y de Marisi para hacerme una idea del estilo y de la escritora. Buen aperitivo. Y justo después de acabar, me llega el manuscrito.
Para mediados de noviembre, tenía hecha una idea del relato y a primeros de diciembre entramos en faena Lola y yo. Los textos resultaban complejos a la hora de establecer una estructura que, manteniendo la independencia del momento de su escritura, hiciera reconocible al conjunto como un libro. Las instrucciones de Lola resultaron de una eficacia inesperada: sobriedad y secuenciación; título de capítulo, citas, versos de La vida es sueño, algunas fotografías… y poco más.
Para Navidad, previas propuestas y modificaciones, teníamos el primer boceto del libro completo, lo que permitió afinar detalles, hacer las pertinentes correcciones ortotipográficas y darle otras diez o doce vueltas a determinados párrafos, siempre con la duda metódica por bandera.
Mientras resolvíamos las tripas del libro, abordamos el delicado asunto de las cubiertas del libro. Lola tenía una idea innegociable: una fotografía de Sabina Huber, perteneciente a la serie Interiores, dentro de la obra Vacíos del lugar. Se trata de una instalación realizada con plásticos y alambres procedentes de invernaderos, un reflejo de lo que actualmente se puede encontrar en los paisajes que aparecen en los relatos.
Hicimos varios bocetos utilizando la foto en diversas posiciones y diferentes tipos de letra, así como composiciones con elementos transparentes de color contrastado. El resultado es una portada en papel de 300 gr., laminada en mate y con solapas. Tras varias pruebas, decidimos utilizar la fuente Peignot de 70 pt para el título y de 43 pt para el nombre de la autora.
Las tripas del libro llevan papel ahuesado de 90 gr. en formato A5 e impresión en B/N con encuadernación rústica fresada. La maquetación del libro se ha realizado para impresión digital realizada por nuestros medios y otra adaptada a los requerimientos de Amazon, además de preparar el libro para formato electrónico.
Viene de largo. El verano de 2017 daba sus primeros pasos cuando un correo me alerta de una urgencia editorial, mala costumbre propia de la Marca España. Era de Pipo que, el 25 de junio me pregunta si era posible remaquetar el libro de Marisi Morales He prolongado el eco publicado en Amazon, incluyendo portadas, para que estuviera en Lucena el día 30 de junio, fecha de la presentación del mismo.
—Sí, vale, pero sin florituras que hay que maquetar, imprimir, encuadernar y llevar al pueblo.
Como una lapa, Los Panchos estuvieron sacudiendo mi cabeza durante cuatro días, ora con los versos del estribillo de El reloj“Reloj no marques las horas / porque voy a enloquecer”, ora con la estrofa “Detén el tiempo en tus manos / haz esta noche perpetua / para que nunca se vaya de mí / para que nunca amanezca”. No había tiempo ¿lo había? En imprenta dijeron: Sí se puede. Y pudimos
A raíz de la presentación, maquetamos el otro libro que se presentaba Margaritas en mi pelo y luego vinieron Sin miedo, Perfil del barro y, vistos los resultados, la remaquetación pausada y corregida que ahora presentamos, recién salidos de imprenta los primeros ejemplares.
Para la portada, Leli Cantarero nos ha vuelto a sorprender con una genialidad de ilustración interpretando a la perfección la idea que le propuso Marisi sobre la misma.
En esta ocasión, como ya sucediera con Perfil del barro, se ha maquetado el libro para su edición en Amazon, otra edición para imprimir aquí y la consiguiente versión para libro electrónico.
Para la edición de Amazon se ha hecho una maquetación de interior y portadas adaptadas a sus medidas, así como en la edición de libro electrónico se han tenido en cuenta los estilos y las características de los dispositivos de lectura.
Al margen de Amazon, hemos remaquetado el interior y las portadas al formato A5, añadiendo solapas al libro.
La tipografía utilizada en ambas ediciones es la Garamod de 13 puntos con interlineado de 18 puntos, utilizando para el encabezado de las páginas a la derecha y las portadillas de las partes parte de la puerta y la cristalera de la portada en blanco y negro.
Se ha utilizado papel ahuesado de 90 gramos con encuadernación rústica fresada con portada de cartulina estucada de 300 gr. laminada en brillo.
Para el título y el nombre de la autora en las portadas se ha utilizado la tipografía Jupiter.
Dado que se trata de la reedición de un libro que a lo largo de estos años ha tenido una gran acogida, hemos hecho una tirada inicial de 30 ejemplares calculando que puedan cubrir la demanda inicial y abastecer librerías. Estamos preparados para realizar nuevas tiradas según vaya la demanda.
Cuando Marisi contactó conmigo para la tarea, el encargo fue múltiple: maquetar el mismo libro para Amazon y su insufrible rigidez, para hacer una edición por parte de Taller del Sur y para el formato de libro electrónico.
Una vez recibidos los originales de las portadas de Leli, nos pusimos manos a la obra con ellas. El principal problema radicaba en el dedo pulgar del pie apoyado en el suelo, ya que su proximidad con el borde lo condenaba a ser amputado por la guillotina en la operación de refilado del libro.
Amazon
La edición de Amazon está sujeta a sus medidas en pulgadas y sus sangrías desmesuradas, cuestión menor cuando se trata de maquetar el texto en páginas interiores, pero que se complica cuando se trata de adaptar la imagen a las cubiertas.
Como toda escritora 2.0, Marisi entró en bucle corrector al que nos sumamos gustosos empujados por las circunstancias y utilizando tal tarea a modo de terapia improvisada. El resultado fue un texto con un mínimo de erratas que gustosamente asumimos para alejarnos de la tentación de pensarnos cofrades de la Perfección.
Una vez subidos los archivos a la plataforma, hubo que hacer ajustes mínimos hasta que el libro quedó listo para la venta. Y hasta que Marisi recibió un ejemplar de muestra donde pudimos comprobar que había que ajustar la imagen de portada para que no quebrasen el cántaro de la derecha con la temida guillotina.
Aún así, hace un par de días caímos en la cuenta de que la foto y la biografía de Marisi no aparecían en la contraportada, por lo que hemos vuelto a subir un nuevo archivo para corregir el asunto.
Con el formato Epub, sufrimos las consecuencias del monopolio Amazon, que ha eliminado la posibilidad de subir archivos electrónicos que no estén realizados con los programas que ellos deciden, aunque vayan en formato .epub o .mobi y se puedan leer perfectamente en diversos dispositivos que no son Kindle, libro electrónico fabricado y comercializado por Amazon que es incompatible con casi todo.
De nuevo vencimos a Goliat.
Taller del Sur
Para la edición realizada en Granada, los problemas se redujeron notablemente… excepto por el escaneo de las imágenes originales que, tras probar con cinco escáneres diferentes y diversas configuraciones de cada dispositivo, no conseguimos que fuesen exactamente iguales que los originales. La decisión de la imagen definitiva a usar se produjo con unas cañas de trabajo contando con la opinión de Leli como voto cualificado al que nos sumamos sin rechistar.
Tanto para la edición en Granada como para la de Amazon se ha utilizado tipografía Garamod en tamaño de 13 puntos y un interlineado de 18 puntos que facilitan la lectura incluso a personas con alguna deficiencia visual. En el encabezado de las páginas a la derecha se ha utilizado el cántaro de la contraportada como motivo decorativo, motivo también empleado para destacar las partes en que se divide el libro.
En cuanto al papel, ¡ay el papel!, optamos en principio por ahuesado de 90 gramos, pero topamos con las componendas de los mercados y la logística que en aquellas fechas salían día sí y día no en los medios de comunicación. Agotado. No había papel de este tipo y ningún eslabón de la cadena de distribución tenía una idea muy clara de qué estaba pasando. En imprenta nos dijeron que había una remesa de Coral book, un tipo de papel de mayor calidad y precio que se utiliza habitualmente en grandes tiradas dado que proporciona un mayor volumen al libro impreso con un peso sensiblemente inferior. En ese papel lo hicimos, lo que obligó a rehacer el lomo del libro que había engordado 2 mm.
La edición artesana, liberados del yugo de Amazon, se ha diseñado en formato A5 con las correspondientes solapas para dar mayor consistencia y vistosidad al libro. Se ha utilizado para la portada cartulina estucada de 300 gr. laminada, después de realizar una prueba, en brillo.
Tras tenerlo todo dispuesto, realizamos una prueba de dos ejemplares en ahuesado normal de 90 gramos y laminado mate para testear posibles errores y verificar el resultado final. Con las pruebas en la mano, vimos que el color de las portadas se alejaba de un resultado aceptable, por lo que decidimos volver a retocar y calibrar los dispositivos de escaneo e impresión.
Mientras se resolvía el tema de la transferencia electrónica de la imagen, vuelta a corregir. Marisi aprovechó la prueba de impresión para corregir a lápiz y la cuñada Moli para leerla en la playa con algún daño colateral.
Para el títulodel libro y el nombre de la autora en la portada se ha utilizado la tipografía DK Combustible con efecto de bisel y relieve y tonos cromáticos que le dan en conjunto el aspecto de los clásicos “churros” de arcilla con los que trabajan los alfareros.
Una vez resueltos todos los contratiempos, Perfil del barro entró en máquinas y, a los cuatro días, recepcionamos las cajas con los 200 ejemplares de la tirada. Nada más recibir el aviso, a Marisi le entró la bulla y allá que enganchó a Jose para plantarse en Granada y cargar el coche. No se pudo aguantar.
Marisi, feliz; Leli, feliz; y un servidor…
...Hemos parido una criatura con entidad propia,un libro con su peso y su espacio,
con su olor y su tacto,
un libro que acaricia los dedos al pasar de página,
capaz de excitar la nariz si a ella se acerca,
capaz de prestar discreta compaña
desde su puesto de vigía
en cualquier anaquel o estantería.
Hemos hecho un libro a la antigua,
de barro y papel,
de esmalte y tinta,
con geografía física
y sensaciones químicas,
un libro de tomo y lomo
que acepta las palabras escritas.
Gracias, Marisi. Gracias Leli.
El libro esta disponible en Librería Mi Garabato 2.0 de Lucena (Córdoba).
Mi primer apellido es Morales, el segundo no es Martínez, aunque no hubiera importado porque la tropa Morales Martínez (MM) se hunde en lo más profundo de mi ya pretérita infancia. Cada persona cuenta con una familia genética, otra de vecindario, otra escolar, otra de amistad… en fin, que los MM han sido mi familia en muchos aspectos, excepto el genético, el único que valida el título en el registro civil.
Echando mano de la memoria, puedo afirmar que no recuerdo un periodo de mi vida sin que un o una MM estuviese rondando cerca, incluso en mis facetas laboral y profesional. El Abuelo. Carmensita Martínez. Antonio Morales. Y nueve MM, nueve: fútbol en una calle empedrada, aulas y patios de recreo, actividades culturales, teatro, cine, política, universidad, copas en El Abuelo (como cliente y camarero), proyectos de formación y Marisi… y He prolongado el eco, y Margaritas en mi pelo, y Sin miedo, y el Covid maldito y cabrón y Perfil del barro…
Aquí estamos. Al fin salió publicado.
Lo de Marisi y yo no deja de tener su encanto y sospecho que el druida Pipo, con alguna pócima, nos ha hechizado como el brujo bibliófilo que es.
Desde que tuve que hacer una impresión remaquetada y urgentísima de He prolongado el eco para su presentación en Lucena, no ha habido tregua –por suerte– y no ha parado Marisi de escribir y yo de diseñar y maquetar en un frenesí creativo en el que, para colmo de ventura, hemos contado con la mágica participación de Leli Cantarero ilustrando de maravilla ideas, palabras y relatos.
Andábamos las tres enfrascadas en el barro, retocando la novela, flipando con la portada, trastocando el original de la foto de Carmensita posando entre mimbres, ataviada de andaluza, el rizo en la frente, los pies descalzos, y a la espera del prólogo de Antonio R. MM… andábamos en tan ilusionantes menesteres cuando el tiempo se detuvo como sólo puede hacerlo el más cruel de los mazazos.
El libro
La objetividad, ese bien tan escaso en nuestra sociedad, se pierde por lo apuntado antes, por la complicidad con Marisi y la presencia sigilosa de una saga comandada por toda una institución pública y privada como Carmensita Martínez. Confieso que he sucumbido a la tentación de atar conscientemente fragmentos del texto leído con recuerdos e imaginaciones de mi propia cosecha.
Hay que decir ya que Perfil del barro es una obra coral en su concepción, su desarrollo, sus personajes y, me atrevo a proponer, su lectura. Esta novela es el producto de rescatar de los olvidos familiares esos limos de memoria que, hábilmente fraguados y modelados componen la base del relato: recuerdos de personas, de paisajes, de hechos que el tiempo relegó y Marisi rescató.
La novela parte de la interacción de unos personajes mayoritariamente femeninos que decoran y son decorados por unos duros momentos históricos en una España marcada por las consecuencias de un cruento golpe de estado y una dictatorial posguerra. Este coro femenino modela la arcilla del miedo y del silencio, y perfila el barro de la supervivencia a cualquier precio, en dinero, especies o dignidad, rescatando y poniendo en valor los silencios personales y el social.
También es coral su temática, albergando un microcosmos donde se dan cita sentimientos de diversa índole con valor propio propiciado por una hábil fragmentación de los relatos que pretende distanciar en apariencia a los protagonistas. El relato potente y transversal de Carmensita anuda los capítulos y la trama, los sentimientos de hombres y mujeres encorsetados por las premisas del orgullo familiar y social, del miedo y del silencio.
Reseñar un libro es siempre una responsabilidad para quien lo hace, pero también, en ocasiones como ésta, es un orgullo y un placer. Como Morales, era una obligación y, como amigo, se lo debía a Carmensita, a Marisi, a Antonio… y a Paco, siempre Paco.
Leí hace unos años el libro República, guerra y represión. Lucena 1931-1939 del historiador afincado en Lucena Arcángel Bedmar González. Me impresionaron dos cosas: el inquietante parecido entre muchos de los hechos recogidos en él con la actualidad y su calidad literaria. Intenté, sin éxito, que personas conocidas lo leyeran, pero tropecé con la tradicional aversión a leer textos considerados eruditos.
Me asaltó la idea de novelar el libro incluyendo unos personajes y una trama que lo acercaran al concepto de novela, alejado de la aureola “negativa” que rodea a la erudición, el ensayo o el estudio. Comencé allá por 2012, cuando los efectos de la crisis habían traspasado el ámbito económico y dieron paso al ideológico. Muchas declaraciones y acciones de las élites políticas, financieras y económicas durante la crisis las vi reflejadas en el libro de Arcángel casi un siglo antes.
Los personajes creados se independizaron de mi voluntad y tomaron las riendas de sus propios relatos, haciendo que mi papel se limitara casi a dar forma a una trama de la que soy sólo el germen. Cuando acabé de incrustar datos del libro histórico en diálogos y descripciones, me vi en la tesitura de cerrar las andanzas de los personajes ficticios con la sorpresa de que tal cierre duplicó el número de páginas que llevaba escritas.
Terminadas la redacción y las correcciones, el libro se ha maquetado en tamaño de página 16 X 23 cm., con márgenes superior e inferior de 2 cm., interior de 3,2 cm. y exterior de 1,75 cm., utilizando para la impresión papel ahuesado de 80 gramos. El resultado son 590 páginas divididas en 46 capítulos. Se pueden leer los cinco primeros capítulos pinchando aquí.
Para la cubierta, se ha utilizado papel estucado de 350 gr. con plastificado mate, y está dividida en cinco zonas: portada, contraportada, lomo y dos solapas. La solapa de portada incluye una fotografía de Ángeles, mi madre, atendiendo a sus clientas en el puesto de la plaza y otra de mi padre, Juanillo el Alhucemo, junto a mi madre sosteniendo a un servidor sobre el mostrador del puesto de frutas y verduras. La solapa de contraportada contiene una relación de libros de mi autoría.
La fotografía de la portada corresponde al trabajo de unos obreros en una de las tinajerías existentes en Lucena hacia el año 1913. En la contraportada se reproduce la conocida foto con la pancarta del “No pasarán” durante la defensa de Madrid en la Guerra Civil a la que obligó el sangriento golpe de estado militar que acabó con la II República.
Como todos mis libros publicados, Mati Matilde está disponible en papel en Librería Pipo (Lucena), librería Mi Garabato 2.0 (Lucena), librería Juan de Mairena (Granada) y (si no queda más remedio o se prefiere el formato .epub) en Amazon.
Abajo se puede ver el vídeo promocional del libro.
La Cofradía Literaria de La Herradura es “un grupo de escritores andaluces que tienen su primera o segunda residencia en el pueblo costero de la provincia de Granada y allí han desarrollado parte importante de su actividad literaria”, en palabras del cofrade Álvaro Salvador.
Nos llega, a través de Pipo, la propuesta de maquetar un libro a partir de los originales aportados para la ocasión por cuatro poetas (Álvaro Salvador,Reinaldo Jiménez, Rocío Fernández Víctor y Tomás Hernández), el dibujante y pintamonas Juanfran Cabrera y cinco artesanos de la prosa (Andrés Cárdenas, Fran Ortiz Fuentes, Paulino Álvarez, Pepa Merlo y Salvador Compán). Para coordinar la edición, fue fundamental la labor realizada por Almudena Rubio (autora del prólogo), que aportó las indicaciones oportunas aportadas por los cofrades, además de los textos, en aspectos de diseño, maquetación y corrección. Trabajar con ella a golpe de correos electrónicos y WhatsApp, ha sido una experiencia realmente enriquecedora.
Queremos reseñar que, mientras se gestaba el libro, tuvo lugar el óbito de Paulino, con la consiguiente consternación de La Cofradía y la decisión de dedicarle la edición.
El libro estaba decidido que tendría dos bloques, uno de poesía al principio y otro de prosa al final con un cómic de Juanfran en el centro. También había que crear unas portadillas para cada autor en las que se incluyen su caricatura y una breve reseña biográfica. El mismo concepto se utilizó en la apertura del libro y la presentación inicial del listado de autores y autoras.
El tamaño de página es de 21 X 14,5 cm. y se ha utilizado papel ahuesado de 90 gramos con encuadernación fresada para un total de 142 páginas. En cuanto a la portada, se incluyeron dos solapas y se hizo una prueba sobre fondo negro y otra sobre fondo blanco para decidir una. El resultado fue que, celebradas unas votaciones al efecto, hubo división de opiniones, por lo que se acordó realizar una parte de la edición con portada negra y otra con blanca. En ambos casos, se utilizó papel estucado mate de 300 gramos y laminado mate.
El resultado fue un libro sólido en continente y contenido con un excelente resultado en cuanto a la inclusión del cómic. La edición de 170 ejempares se puso a la venta en librerías y comercios de La Herradura agotándose en poco tiempo, por lo que hubo que hacer una nueva tirada de 50 ejemplares, ya con todas las portadas en fondo blanco.
Gracias a Pipo y a Almudena por haberme hecho sentir cofrade durante un tiempo.
Además de diseñar, maquetar, corregir y editar libros ajenos, Pepe Morales también los escribe. En esta entrada se reseñan los correspondientes a la serie de novela negra que tiene como protagonista al detective privado Miguel Peláez.
Hace unos años, Miguel Peláez –inspector de policía– decidió pedir la excedencia en el Cuerpo debido a la disconformidad con la actuación de los ministerios del Interior y de Justicia respecto a algunos casos resueltos por la policía en los que se veían implicados determinados personajes relacionados con el poder municipal, provincial, autonómico o nacional.
La excedencia se produjo justo después de resolver un caso de asesinato en el que se vieron implicados empresarios del ladrillo y gestores administrativos. Con Balas y ladrillos descubrió su faceta de escritor y sirvió para iniciar una saga protagonizada por él mismo, Paco Ramírez (amigo y antiguo compañero en la policía), Marcos (su ayudante a tiempo parcial) y Vasily (ruso afincado en España y dueño del puticlub Lola’s).
Instalado como detective privado, a Miguel Peláez le encargan investigar el paradero de un indigente del que su hermana no tiene noticias desde hace tiempo. En el curso de la investigación, se topa casualmente con un entramado delictivo en el que se entrecruzan drogas, prostitución y tráfico de armas. Todo lo concerniente al caso lo plasmó en Sexo, drogas y kalashnikov, un relato del que algunos de sus ingredientes aparecieron sorprendentemente reflejados en la prensa. En este caso, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, ya que una noticia y la otra son posteriores a la escritura y publicación de la novela.
La penúltima entrega del detective Peláez es un caso que le encargan para desbloquear la localización de una fosa común de la guerra civil. El relato titulado La segunda guerra civil encaja en el debate partidista desencadenado en España a raíz de la promulgación de la Ley de Memoria Histórica, la eterna herida abierta y sangrante que los herederos del régimen franquista se niegan a cerrar por activa y por pasiva.
Y llegamos a la más reciente (2019), en la que Peláez se desplaza a Granada para resolver el asesinato de una mujer en una barriada de clase obrera en sus inicios y hoy de clase media. Instalado en el centro de la ciudad, desde allí se desplaza a varios puntos dentro de la capital y en su área metropolitana. Gus es un personaje que se desenvuelve en el entramado inconfesable, y a veces sórdido, que la iglesia teje en la sociedad.